Los ositos pasaron dos horas y nueve minutos volando, alcanzando más de 30.000 metros sobre el nivel del mar -conocido en la jerga aeroespacial como el Filo del Espacio. A pesar de someterse a temperaturas de hasta 53 grados bajo cero, y dependiendo de la efectividad de sus trajes espaciales, los cuatro peluches aterrizaron sanos y salvos justo al norte de Ipswich -a unos 87 kilómetros al este- para ser recogidos por el equipo de estudiantes que viajaron en coche desde Cambridge, siguiendo a los teddy-nautas vía GPS.
Creo que a veces está bien que pasen este tipo de cosas.
Me enteré por aquí.
2 comentarios:
Yo, sin embargo, creo que ese tipo de cosas entran en el rango de "podría vivir sin esa información"... Pero ese soy yo, que a veces me paso de amargo
Qué maravilla.
Estas cositas te sacan una sonrisilla jiji
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