lunes, 4 de mayo de 2009

El hombre que describía mentes.

En los comentarios de la entrada anterior, Mythos comenta que "Daredevil existe", haciendo referencia a este artículo. Básicamente se explica el caso de Ben Underwood, un adolescente que quedó ciego a los dos años y ha sido capaz de desarrollar ecolocalización. Al igual que los murciélagos o los delfines, este chico va emitiendo sonidos (unos chasquidos) mientras se mueve y es capaz de guiarse tridimensionalmente según el eco que recibe, hasta el punto de moverse exactamente igual a como lo haría un vidente.

Esta historia me ha recordado a los casos del famoso neurólogo Oliver Sacks.

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Oliver Sacks es un entrañable neurólogo de más de 70 años. Se ha dedicado a escribir libros sobre sus pacientes, siguiendo el estilo de los médicos de finales del XIX, que describían los casos que pasaban por sus manos en forma de relatos literarios.

Los "cuentos" de Sacks me parecen impresionantes. En primer lugar, porque deja ver en cierto modo lo infinitamente compleja que es la mente humana a través de casos prácticos, y usando un estilo muy llano (teniendo en cuenta que hablamos de neurología). Engancha.

Personalmente, descubrir los casos de Sacks supuso una especie de "ruptura epistemológica" para mí. Si bien era consciente de todo lo que se dice: que si la mente humana es compleja, que si sólo desarrollamos un pequeño porcentaje, etc; al leer estos casos fui más capaz de comprenderlo.

El primero que leí, titulado "Ver y no ver", explicaba el caso de un hombre de unos 50 años que, debido a una meningitis, había perdido la vista siendo muy pequeño. A esta edad, pudo operarse para recuperar un alto porcentaje de la visión.

Ningún grito («¡Veo!») salió de los labios de Virgil. Parecía mirar sin expresión y sin enfocar, perplejo, al cirujano, que estaba ante él aún con las vendas en la mano. Sólo cuando el cirujano habló -para decir: «¿Y bien?»-, una expresión de reconocimiento cruzó la cara de Virgil. Virgil me dijo posteriormente que en ese primer momento no tenía ni idea de lo que estaba viendo. Había luz, había movimiento, había color, todo mezclado, todo sin sentido, en una mancha. En ese momento, de la mancha brotó una voz, una voz que dijo: «¿Ybien?» Entonces, y sólo entonces, comprendió finalmente que aquel caos de luz y sombras era una cara, de hecho, la cara del cirujano. (Oliver Sacks. Un Antropólogo en Marte)

Creo que esa "ruptura epistemológica" tiene que ver con que se ponen en tela de juicio cosas que, debido a nuestra propia experiencia, son totalmente incuestionables. Para una persona que tiene visión completa desde nacimiento es inconcebible imaginar cómo es la vida de un ciego (y no, no vale con cerrar sólo los ojos), y viceversa.

El filósofo del siglo XVII William Molyneux, cuya esposa estaba ciega, le propuso la siguiente cuestión a su amigo John Locke: «Imagina a un hombre ciego de nacimiento, y ahora
adulto, al que se ha enseñado a distinguir mediante el tacto un cubo de una esfera. Ahora puede ver, ¿pero podría distinguir mediante la vista, antes de tocarlos, cuál es
la esfera y cuál el cubo?» (Oliver Sacks. Un Antropólogo en Marte)

Esto es tan sólo un ejemplo, pero los libros de Sacks recogen testimonios que resultan en cierto modo espeluznantes, porque más que responder a cuestiones, abren un abismo inmenso. Un abismo que está dentro de nuestra propia cabeza.

Si a alguien le interesa, tengo los cuentos-artículos de "Ver y no ver" y "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero" en PDF; puedo pasarlos por correo electrónico si lo dejáis por aquí escrito o si me escribís a la dirección que hay en la barra lateral. Aunque, sobra decirlo, los libros están recomendadísimos.

7 comentarios:

Necio Hutopo dijo...

Pues se agradece la oferta de los archivos, pero creo que más mejor me voy a ver dónde me consigo los libros...

Santino dijo...

Hace tiempo que leí El hombre que confundió a su mujer con un sombrero y aunque tiene casos que son verdaderamente sorprendentes se me hizo un libro muy pesado. Es muy denso, y aunque pretende ser divulgativo, en muchas ocasiones utiliza necesarios tecnicismos que complican enormemente la lectura para los no iniciados en psicología. Además, sus tesis tienen un tufillo a anticuado. Lo cierto es que cuando oí hablar del libro esperaba otra cosa. Muy recomendable, de todos modos, para conocer la complejidad de la mente humana.

Calpurnia dijo...

Suena bien.. pero como mr Hutopo, prefiero buscarmelo por aqui, que leer en el pc me resulta cansino e imprimir sale más caro que la biblioteca ;)

Anónimo dijo...

Muy interesante, me has despertado la curiosidad por leer más de este autor
¡Gracias! ^_^

Lamasthu dijo...

A mi puedes pasarme los archivos cuando quieras que les echaré una hojeada. La piscología es algo que siempre me ha llamado la atención.
Yo siempre recomiendo lo mismo, La Evolución de la Conciencia deRobert Ornstein. Lo leí hace mucho tiempo y es muy bueno. Un libro de esos que te hace reinterpretar la forma en que ves las cosas y además totalmente ameno y entretenido.

Kiryë dijo...

Hutopo, Calpurnia y Retahílas, así me gusta. Si le echáis un ojo ya me diréis qué tal.

Santino, yo he leído Un antropólogo en Marte y esas dos historias de El hombre que confundió a su mujer con un sombrero. Aunque no lo tengo reciente reciente, no recuerdo excesivos tecnicismos, y los que había estaban bastante aclarados. Aunque puede ser que en otros casos sí fuera así. En general lo recuerdo bastante ameno. Y a mí ese "tufillo a anticuado" se me hace muy interesante :D

Mythos, en cuanto te vea recuérdame que te los pase. A ver si le echo un ojo al que tú dices.

Jenn dijo...

Ey, Sara! A mí me interesan :P
Por cierto... sigo esperando mi anillo :O
Dime donde te ingreso y lo tendrás en nada!