lunes, 29 de septiembre de 2008

Quidam


onírico, ca.
(Del gr. ὄνειρος, ensueño).
1. adj. Perteneciente o relativo a los sueños.


Creo que "onírico" es mi palabra favorita en significante y significado. Me parece increíblemente melódica y suave, sin llegar a ser empalagosa; y totalmente consonante a su significado. Porque sueños los hay de todo tipo: dulces, amargos, tiernos y terribles. Creo que "onírico" suena a especial sin decantarse hacia uno u otro lado. Y el subconsciente siempre es algo enrevesado, esdrújulo.


Quidam es, para mí, la interpretación que hace el Cirque du Soleil de esta misma palabra.
Fue mi primera vez dentro del Grand Chapiteau, por lo que iba sin expectativas, directamente a ilusionarme. Y debo decir que no sólo me ilusioné, sino que los acróbatas, actores, músicos, escenógrafos, maquilladores, estilistas y el gran etcétera que conforman el espectáculo consiguieron darme ilusión, emocionarme, ponerme el corazón en un puño, reirme hasta que me cayeron las lágrimas y, en definitiva... me hicieron soñar.


No escribiré mucho más, porque no voy a decir nada que no hayan dicho antes otros miles o millones de personas antes que yo. Sólo diré que vayáis si tenéis oportunidad, que cojáis las entradas que podáis, si son las más baratas ¡da igual!
Sumergíos sin miedo en el intimista mundo de Quidam, en el mundo de los sueños donde hay gente sin cabeza, hombres que hacen retumbar el suelo golpeando sus puños, sombreros mágicos, donde las personas vuelan y los globos salen de las jaulas. Donde (parafraseando un vídeo promocional del propio Cirque) imposible es sólo una palabra.


¡Ah! Y ahora en Barcelona, las entradas de la Categoría 2 son más fáciles de comprar.

1 comentario:

Necio Hutopo dijo...

Cualquier espectáculo del Cirque du Soleil es digno de verse...