Sí, la crisis ya es Crisis y está por todas partes. La grandísima mayoría de sectores se han visto perjudicados en mayor o menor medida, y se ha ido extendiendo como un efecto dominó donde no está quedando nadie ileso.
Los Medios de Comunicación no han sido menos. Aunque, en mi opinión (y la de muchos otros mucho más expertos y entendidos que yo), en este sector la crisis económica ha acentuado algo que hace tiempo que empieza a resonar: la propia crisis de los medios convencionales.
Está claro: los medios de comunicación en general están dando un giro de 180º sin saber exactamente hacia dónde van o, mejor dicho, cómo van hacia allí. Y la publicidad evidentemente va a rebufo. Parece increíble, pero los consumidores o los usuarios parece que lleven un par de pasos de ventaja por delante de los medios y los publicitarios.
La transmisión de información ha avanzado a pasos agigantados durante el último medio siglo. Todos tenemos un ordenador en casa con ADSL que nos permite acceder a millones y millones de contenidos de forma sencillísima. Escribiendo un par de palabras clave en Google, puedo buscar desde recetas de cocina, consejos sobre bricolaje, las últimas noticias con actualizaciones en tiempo real, puedo ver porno de cualquier tipo, ver series que ni se han estrenado en España, cómics, películas, libros... ¡todo! Y gratis. Si tenemos todo esto al alcance de la mano, qué sentido tienen los recetarios de cocina, los libros de bricolaje, los periódicos, las revistas porno, la propia televisión... ¿Para qué pagar por algo que puedo tener gratis y cuando a mí me dé la gana? Una de las respuestas más obvias es para responder a la demanda de todos aquellos usuarios que no estén familiarizados con las nuevas tecnologías. Es decir, con el público más maduro. Pero es evidente que los ahora usuarios de las nuevas tecnologías están tomando ya el relevo como público objetivo principal, por lo que el paradigma de medios se está viendo obligado a cambiar a marchas forzadas.
La popularización de internet ha sido una bomba de relojería. Me gustaría tomar como ejemplo algo que yo (y teóricamente, vosotros) conocemos muy de cerca: los blogs. Los blogs han puesto al alcance de cualquier usuario de internet la capacidad de transmitir sus conocimientos de forma gratuita. Es evidente que hay mucha basura, mucha información falsa o mucha información prescindible (aquí veis este blog, que no habla de nada concreto); pero entre todo eso hay una fuente de información con una fuerza ingente. Profesionales o no, estudiosos de todo tipo ponen al alcance de cualquiera toda una serie de conocimientos. Y con tres ventajas claras respecto a su equivalente en medios convencionales: permiten un feedback directísimo, el autor (en principio) lo hace por hobby, por lo que el razonamiento o explicación no está sometido a presiones de ningún tipo y... ¡es gratis!.
Se están subtituyendo las revistas, los programas de televisión, los consultorios de radio... por este tipo de espacios. Cualquier pregunta puedo formularla yo mismo y recibir una respuesta adecuada a mi necesidad; con tanta o más exactitud de la que podría recibir a través de un medio convencional.
Claro que internet es claramente un arma de doble filo. La amplia libertad que tiene implica, como ya he dicho antes, algo así como un 80% de contenido "basura" frente a un 20% de contenido interesante. Pero los usuarios vamos aprendiendo a discriminar y, cuanto menos, quedarnos con lo que más nos gusta.
Es tan abstracto el concepto de internet que ni siquiera son aplicables las mismas leyes que para el resto de medios. No se puede medir, no se puede controlar. Es tan abstracto, que la publicidad no sabe por dónde entrar. Frente a los 15min de cortes publicitarios por cada hora en TV, en internet apenas si hay unos banners en posiciones marginales de la página, y pop-ups que se pueden bloquear fácilmente. Algunas de las soluciones son las infiltraciones en redes sociales, la publicidad conocida como below the line, el confiar en el boca a boca...
Por eso, parece que la obsolescencia de los medios que conocemos está más o menos cerca, y de ahí creo que sale otra pregunta: ¿qué sentido tienen las carreras sobre comunicación?. ¿Realmente sirve de algo estudiar Periodismo, Publicidad, Comunicación Audiovisual? A lo sumo, para aprender la historia de las profesiones (e igual habría que entrecomillar "profesiones"), porque está claro que hay bloggers que actúan como periodistas (por supuesto, ¡como prescriptores!), o oftalmólogos como expertos en cine, por ejemplo.
Pese a que nos empeñemos en intentar delimitar cada vez más las barreras (es necesario tener una carrera y veinte másters para trabajar "de lo tuyo"), creo que los límites se están difuminando cada vez más.
Y... ¿queda alguien despierto? Jo. Para una vez que hablo "de lo mío"...
9 comentarios:
Bien, al margen de ser por profesión y desición periodista y no poder, por consiencia y conocimiento, suscribir ni remotamente el texto y sus conclusiones... recuerdame alguna vez hacerte llegar un bonito ensayo titulado, moderemos nuestro optimismo.
De niño, mi madre me leía un cuento protagonizado por los sobrinos de Mickey. Después de escucharlo decenas de veces, los diálogos acabaron por hacer mella en mi aún reblandecido cerebro. "Vaya, vaya, parece que va a llover", repetían Jaimito y Jorgito en aquella historia. Pues eso, ¡la que va a caer sobre el periodismo! Yo también conozco algo esa profesión y mi impresión sobre su salud no puede ser más pesimista. Los medios convencionales han caído en la mediocridad e insustancialidad, debido principalmente a su fascinación por las nuevas tecnologías. Pero hay que desengañarse, esa seducción no proviene de una apuesta consciente por el futuro, sino de una cuestión meramente económica. Es más barato. Soy tremendamente marxista en este aspecto. Un joven periodista todoterreno, con fácil manejo de las herramientas de internet, capaz de editar, colgar fotografias, vídeos, moderar foros... es infinitamente más barato que un experto en cualquier tema. La prensa escrita se ha olvidado del análisis. Sólo hay cabida para la declaración de ayer e intrascendentes anécdotas. Faltan profesionales que entiendan el contexto, las implicaciones de lo que pasa, las proyecciones en el futuro... El periodismo de internet no me gusta. No me gusta su valoración de los temas, en la que prima lo último sobre lo más importante. Tampoco la popularización de la opinión. Las opiniones, nos gusten o no, no valen lo mismo. La credibilidad hay que ganársela. Tampoco aguanto los tópicos de los periodistas nacidos en internet: periodismo participativo, interacción, redes sociales... en mi opinión, sólo son eufemismos para abaratar la producción. Los medios ostentan una gran responsabilidad y están actuando de forma irresponsable. Una sociedad sin medios de información de calidad será una sociedad menos libre. Es evidente que internet es una gran herramienta, pero hay que saber emplearla. Joder, vaya rollo que he soltado. Bueno, creo que el tema da para mucho. Así que me retiro a mi cubículo cibernético...
Aunque internet es potencialmente una gran herramienta, todavía no se ha extendido lo suficiente como para que esa revolución de la que hables esté próxima. Sin duda es el camino que se sigue: los gobiernos fomentan el uso de internet, se ofrecen ayudas, se incorporan las tics a los centros educativos, se hacen cursillos, etc. Está claro que un país civilizado debe tener a estas alturas un buen nivel tecnológico. Y la educación (aquí hablo desde mi ámbito) va encaminada precisamente a formar a ciudadanos que sean capaces de usar una herramienta como internet, permitiéndoles buscar información, discriminar fuentes, etc. Ya no hay que tener los datos, sino saber dónde buscarlos. Dentro de unas cuantas generaciones lo único que se sabrá es dónde buscar la información. Pero de momento no se ha llegado a esa situación, y pongo como ejemplo el uso de bitácoras. Tal vez parezca que están muy extendidas por la cantidad de ellas que hay, pero te aseguro que son conocidas en un sector muy reducido de la población.
En cuanto al periodismo por internet, ese ya es otro tema. Para saber si tener un blog te convierte en periodista primero habría que definir qué es un periodista. Tengo algún amigo que ha estudiado periodismo y todavía no ha conseguido trabajar de ello, porque está realmente muy difícil. Muchos de los licenciados en periodismo (o en audiovisuales) que conozco han optado por la educación porque para trabajar de lo suyo hay que ser muy bueno y moverse mucho. Lo que quiero decir es que yo puedo ser periodista aficionado (sin tener la carrera) porque en mi blog me dedico a comentar la actualidad, pero creo que eso no me convierte en periodista, en todo caso me convertirá en una especie de columnista independiente. Ser periodista implica un despliegue de medios que no es posible hacerlo de manera independiente. De hecho, los que presumen de tener un blog y ser periodistas lo que hacen es fusilar la prensa, porque una persona sola no puede estar en todos los lugares donde hay noticias.
Que la prensa por internet sea peor es muy discutible y matizable. Los periódicos serios y consolidados únicamente han adaptado sus contenidos a un nuevo medio, pero las noticias siguen siendo las mismas, con la ventaja de que tienen ciertas funcionalidades que la prensa escrita no permite, como por ejemplo los comentarios (lo cual no significa que se les de ninguna credibilidad). Sobre las páginas que han aparecido únicamente como prensa digital no voy a opinar, porque la verdad es que no me han interesado nunca y no las visito, aunque imagino que tendrán sus lectores.
En cuanto a la publicidad, Internet ha demostrado ser una poderosa herramienta de difusión de ciertos productos. Eso sí, como en el mundo analógico, es importante que los diseñadores de la campaña sean buenos. Por poner un ejemplo hablaré de cierta campaña de la MTV que todos conocemos y que recordaremos siempre.
Desconozco el contenido de las carreras de Periodismo, Audiovisuales o Publicidad, pero imagino que serán fundamentales para dedicarse a eso. No creo en los periodistas amateurs (tampoco en los publicitarios). Como siempre he dicho, aunque nos pese, en internet no están todas las respuestas (y aunque lo estuvieran sería tan difícil encontrarlas como en la biblioteca de Babel que soñó Borges, lo que las convierte en inaccesibles). Lo que quiero decir es que una persona no se convierte en periodista sólo porque sea un viciado de internet; y las carreras, si no son útiles, deberían ajustar sus contenidos para serlo.
Por si se me ha malinterpretado. El periodismo en internet es, generalizando, malo. Al igual que el periodismo en los medios convencionales es, generalizando, malo. Falto de interés, mal escrito, superficial, minucioso en lo accesorio, insuficiente en lo esencial... Aunque soy conocido mundialmente como economista, ¿te suena de algo mi nombre?, trabajo en prensa y cada día me pillo, al menos, un par de cabreros leyendo los diarios. Por cuestiones profesionales, se entiende. Debe ser que aún me gusta algo mi profesión... Sin embargo, siempre he sostenido que el periodismo está al borde de la extinción. ¿Os habéis dado cuenta de que ya no se habla de noticias sino de contenidos? Pues eso...
Ves? Ves? Yo es que al menos prometí poner un ensayo... pero no pensaba publicarlo a manera de comentario en tu blog...
Cacho de parrafada la de arriba... Ahora me pongo a leerla...
¡Buf! Si lo sé abro antes esta caja de pandora. Gracias por opinar y debatir, de verdad.
Y ahora me toca a mí...
Antes de nada, quiero aclarar que evidentemente el título de la entrada era pretendidamente sensacionalista, y tampoco quería dar a entender con la entrada un optimismo ciego sobre las nuevas tecnologías. En ciertos momentos pretendía ironizar, de hecho.
Y ahora, por partes (me ahorro el chiste de Jack el Destripador):
Señor Hutopo, me encantaría conocer su punto de vista; dado que es un profesional, me resultaría muy enriquecedor. De verdad. Por otra parte quiero aclarar que el periodismo (de verdad) es una de esas profesiones que me parecen realmente vocacionales. Y digo "de verdad" porque notas de prensa sabemos re-redactar todos.
John Maynard Keynes, en primer lugar... ¿los sobrinos de Mickey o los de Donald? (jejeje)
Realmente no sería capaz de decir si la decadencia del periodismo viene causada por una falta de interés y de contenido en los medios convencionales, o forma simplemente parte de una evolución lógica. En cuanto a su visión marxista, estoy totalmente de acuerdo. No sólo eso, sino que la sociedad actual es aún más capitalista de lo que solemos creer. Yo soy estudiante de publicidad, por lo que sólo hablo de lo que (más o menos) sé: como ya sabréis, los diferentes medios de comunicación se agrupan en grandes grupos comunicativos que se mueven por ideologías y que, por tanto, transmiten a los diferentes soportes. ¿Existe el periodismo objetivo? (dejando de lado el debate sobre lo imposible de conseguir la objetividad). Yo creo que no, o que muy muy poco. Las noticias de los periódicos se ven condicionadas, en primer lugar, por las ideologías propias de sus respectivos grupos, y luego por temas tan frívolos como es "respetar" a los anunciantes que pagan los periódicos. Y es que ni en ideologías se puede confiar (aunque a mí me parece deleznable que haya periódicos "de derechas" y "de izquierdas": ¿publican noticias o nos dicen lo que queremos oir?), por ejemplo el dueño de La Razón (diario de derechas) es el mismo que el del diario Avui (diario catalán de corte nacionalista). En principio, repito: en principio (que esto es muy cuestionable) lo "bueno" de blogs y de las informaciones de particulares de internet es que son percibidas como más imparciales o, al menos, no condicionadas por intereses económicos.
Y Santino, evidentemente que "la revolución" no se va a producir dentro de dos días, sino que será en cualquier caso un proceso gradual. Y también es evidente que internet no está extendido y popularizado igual en todas partes. Pero también es cierto que por ejemplo la prensa está en plena caída libre. Los datos de inversión publicitaria creo que dicen que en prensa había una disminución de hasta el 20% este año (evidentemente ligado a la audiencia). Por ejemplo, el otro día en una clase de 80 personas, un profesor preguntó quién de nosotros compraba y leía algún diario. Nadie levantó la mano. Y eso que estamos en una carrera de comunicación... En cuanto a lo de que el "periodista" por internet (un blogger o lo que sea) no puede tener la misma cobertura que un periodista "de verdad" es cierto, sí... pero realmente dudo de que los periodistas "de verdad" contrasten las informaciones como deberían (hay un caos muy curioso sobre unos skinheads. Se creó una noticia que difundieron todos los medios y resultó ser falsa. Nadie había contrastado la información).
Y sobre la educación... (y hablo de mi caso) yo creo que cada vez se tiende más a hacer carreras "más cercanas al mundo laboral", "más prácticas", en detrimento de una sólida base teórica. Durante estos años de carrera he aprendido a ser capaz de hacer un trabajo de investigación (mediocre, casi de copiar y pegar) en tiempo récord. Eso sí: no creo que tenga ni la mitad de conocimientos necesarios como para verme en el mundo laboral. Sé que aprenderé sobre la marcha pero... ¿para eso he hecho una carrera de 4 años?. Sinceramente, creo que es un problema. No sé si generalizado o no, pero es algo que está ahí.
Uff... vaya rollazo. En fin ¡gracias por las opiniones!
Tal vez el periodismo sea malo como dice John, pero siempre será un mundo con un mal periodismo que un mundo sin periodismo.
La ideología pesa, evidentemente no puede ser de otra forma. Como dices la objetividad pura no existe y en realidad está bien que así sea, porque somos seres humanos, no máquinas. Que cada uno compre y lea el periódico de su ideología, y si alguien quiere tener mayor amplitud que lea varios periódicos y contraste. Yo lo he hecho mucha veces y con resultados bastante curiosos.
En cuanto a contrastar la información, pues depende de la cobertura que tenga el periódico. Si el periódico es local tendrá poca cobertura y tendrá que apañarse con la información que mande la agencia. Pero periódicos de gran cobertura sí suelen contrastar (me refiero a El País). Eso es de contrastar es muy peligroso, no porque se pueda mentir, sino porque un periódico que tiene que desdecirse de una información pierde toda su credibilidad y eso le perjudica mucho.
Recomendación para escépticos: "La tiranía de la comunicación" de Ignacio Ramonet. ¡Y ya no digo nada más!
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